El Rey de la paciencia y la coherencia, Cadel Evans, que responde al arquetipo inaugurado por Indurain, resistente en la montaña, inteligente en la ocultación de sus defectos, en la eficiencia, en la gestión de los momentos malos sin perder la cabeza, brillante en la contrarreloj. El australiano Evans, de 34 años y cinco meses, fue el ganador del Tour más viejo de la posguerra.