‘Los monólogos de la vagina’ se representa en la Sala 2 del Club Capitol

Esta obra se estrenó en 1996 en Nueva York, porque ya han pasado 24 años de su primera función, pero la vigencia, universalidad y contemporaneidad en todos los sentidos del tema la hacen rabiosamente actual y necesaria.

La propia Eve Ensler presentó la primera versión de este espectáculo  despues de entrevistar a más de 200 mujeres. Ensler escribió los monólogos para celebrar “la vagina”, describiéndola  como superior al pene masculino por el hecho que está conectada con el clítoris, el único órgano humano que no tiene otro propósito que el dar placer.

Es una comedia que rompe muchos tabús y sigue haciendo historia, en esta ocasión las tres intérpretes son Alicia González Laá, Meritxell Huertas y Aina Quiñones que están dirigidas por Edu Pericas qué también se ha encargado de la adaptación.

Trata de las mujeres y su sexualidad, los tabúes sociales, la represión y la incultura sexual. La clave de su éxito se la intemporalidad.  Es un espectáculo que trata la sexualidad de la mujer, pero no entra en la tortuosa relación hombre-mujer. Cada monólogo de alguna manera se relaciona con la vagina, ya sea a través del sexo, el amor, la violación, la menstruación, la mutilación, la masturbación, el nacimiento, el orgasmo y la variedad de nombres que se usan para denominar la vagina.

L a obra ha sido traducida en más de 45 idiomas y ha sido llevada al escenario en más de 120 países.

Eve Ensler, activista feminista, se dio cuenta de que no había contexto para que las mujeres hablarán  de sus vaginas e inició un movimiento, el más importante hasta ahora sobre el tema de las vaginas, cuando una tarde casualmente empezó a preguntar a sus amigas: ¿Qué piensas de tu vagina? Y en el transcurso de tres años ya había entrevistado a más de 200 mujeres. Y lo que cada mujer le decía era más sorprendente, más escandaloso, perturbador, más emocionante que la siguiente. Y así se inició la cadena de relatos que dio origen a la obra.

‘Los Monólogos de la vagina’ se estrenó el 3 de octubre de 1996 en el Centro de Arte HERE de Nueva York, todos interpretados por la misma Eve Ensler que daba vida a una docena de personajes relatando sus historias.

En todas las culturas del mundo, el poder de las mujeres ha estado vinculado a su sexualidad y a su capacidad para parir hijos. Para Enster la vagina puede ser un instrumento de poder. En este sentido ya en el 1998 el propósito de la obra cambió para convertirse en un movimiento en contra de la violencia de género.

En Estados Unidos su éxito fue excesivo y en 2001 abarrotó las 18.000 locales del Madison Garden con la participación de varias artistas famosas entre las que se encontraban la periodista Oprah Winfrey, la rockera Melissa Etheridge, la rapera Queen Latifah, y las actrices Whoopi Goldberg,  Winona Ryder, Jane Fonda, Glenn Close, Marisa Tomei y Brooke Shields.

Maite Merino fue encargada en España de entrenarla en 2001 después de poder ver la obra en Londres, consiguió un éxito fulgurante que hizo que el espectáculo se convirtiera en todo un fenómeno estando cuatro temporadas en Madrid y dos en Barcelona, además de extensas giras por todo el territorio. La última producción se presentó en 2011.

Es una obra formada por diversos números de monólogos interpretados por mujeres. Cuenta empezó Eve Ensler interpretó cada monólogo ella misma pero en las producciones posteriores la obra se ha presentado con la participación de dos y hasta tres actrices, como en este momento. Algunos de estos monólogos son altamente divertidos, pero otros son tremendamente emotivos y dramáticos, si bien siempre rebosan ironía y poesía. Porque las mujeres viven la sexualidad en una constante dualidad: peligro y placer.

Debe quedar claro que en esta obra no se ataca “lo masculino”, no trata de las relaciones entre hombre y mujeres en clave de humor, no se habla del hombre, sino del universo femenino y la relación de la mujer con su sexo.

Montse Carreño, 20-Febrero-2020