Al Madrid le costó una espera de 19 años, para volver a conseguir la Copa del Rey de Baloncesto

Cuatro días, ocho equipos, siete partidos y un título. Intensidad y pasión desbordadas. Así es la Copa del Rey, el mejor torneo del baloncesto español.

Desde su inicio se sabía que no sería una Copa normal sino la del desempate, Barcelona y Madrid lideran el palmarés de la competición con 22 títulos cada uno. Los madrileños no se llevaban  el título desde 1993. El Barça ha ganado seis títulos con los que les ha igualado. Este año, los azulgranas eran anfitriones y por ello favoritos. Tenían todo de cara para su vigésimo tercer título. La Copa regresaba a  Barcelona, una ciudad que no visitaba desde 1986. Y entonces ganó el Madrid.

El Regal Barça confirmó su favoritismo y se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey d baloncesto tras derrotar al Lucentum Alicante (75-54). Basaron su victoria en su excelente defensa. Mientras el Caja Laboral derrotó al Lagun Aro (72-65), el viernes tocó el turno al R.Madrid que se impuso al Mad-Croc Fuenlabrada (75-66) y Banca Civíca a Unicaja (77-65).

En  semifinales, el Barcelona Regal remontaron en el último cuarto, donde sólo encajó 5 puntos del Caja Laboral (66-57), mientras que el Real Madrid impuso su mayor potencial ofensivo para doblegar a un luchador Banca Cívica (92-84).

Ya estaba servida la final deseada, el Madrid acabó con su maldición. Puso fin a sus 19 años de sequía en la Copa del Rey. Se ganó en el Palau Sant Jordi, en la cancha de su gran enemigo, motivos más que suficientes para que la victoria fuera todavía más eufórica.

El Madrid desplegó todo su talento ofensivo, en cambió, el Barça estuvo lejos de su nivel defensivo habitual, lastrado por los problemas físicos, en especial de Juan Carlos Navarro y la grave lesión de Chuck Eidson.  El Madrid jugó perfecto, hizo unos porcentajes espectaculares: 62% en tiros de dos y 45% en triples. Además el equipo supo tapar lo que en ellos es una vía de agua habitual, las pérdidas de balón, ayer sólo siete por 11  de los azulgranas. La verdad es que en todas las estadísticas mandaron los blancos.

A pesar de ello, el Barça no se encontró nada cómodo frente al estilo agresivo y directo de los bases madridistas, especialmente de Llull al que no supieron controlar. Además cuando iban casi igualados en el minuto 27, Carroll, hizo dos acciones consecutivas de tres puntos, lo que hizo que el Barça se viniera abajo y el Madrid jugó más sólido, tranquilo y llevando la iniciativa del partido. Los puntos subieron al marcador (74-91) al igual que los jugadores madrileños subieron a la gloria, con la ayuda de los 15.128 espectadores que en la final, batieron un récord histórico.

En una de sus mejores actuaciones con la camiseta madridista, tanto por la efectividad (23 puntos, con 5 de 7 en triples) como por la determinación que exhibió y que contagió a sus compañeros, el menorquín Sergio Llull fue escogido, merecidamente, como mejor jugador de la final, consiguiendo el premio MVP.

Ser anfitrión es casi garantía de no poder conseguirla, los datos hablan por sí solos ya que, de las 18 ediciones que se han disputado en la era ACB, sólo el CAI Zaragoza y el Baskonia habían logrado conquistarla en su territorio. El Barça tampoco pudo coronarse en casa y, además, perdió la oportunidad de convertirse en el  primer equipo que enlaza tres coronas consecutivas. Los papeles se intercambiaron, ya que el año pasado los azulgranas, con su capitán  Roger Grimau levantaba el trofeo, pues este año, Felipe Reyes, capitán madridista, recogió la Copa de manos del alcalde Xavier Trias.

Recuperaban la Copa, el título más antiguo del baloncesto español, el trono que les perteneció casi siempre(al menos desde 1962, cuando rebasó al Barça en el palmarés), han pasado por el banquillo Plaza, Messina, Molin y, ahora, Pablo Laso, quién los ha llevado a lo más alto, fueron los reyes de la cancha.

Montse Carreño, 16 al 19-Febrero-2012.