Skip to Content

Apertura al público de la Casa Lleó i Morera

Apertura al público de la Casa Lleó i Morera

La manzana de la discordia la forman la casa Batlló de Gaudí, la casa Amatller de Puig i Cadafalch y la Casa Lleó i Morera, obra del reconocido arquitecto modernista Domènech i Montaner, esta última ha abierto sus puertas al público a partir del 20 de enero, después de una restauración en los 400 metros cuadrados de la planta noble, el resto siguen alquilados. De la mano de Cases Singulars se inician con visitas guiadas al piso principal y al patio interior, donde se podrá admirar la gran calidad de las artes decorativas del Modernismo de principios del siglo XX. Se podrán visitar por primera vez después de que este edificio fuera vendido por parte de los herederos Lleó i Morera a manos privadas, e ir cambiando de propietario hasta que lo adquirió la inmobiliaria Núñez i Navarro en el 2006.

La visita da comienzo con una presentación que sitúa la Casa, la Familia Lleó i Morera y el Modernismo en su contexto histórico, desde un punto de vista actual. A continuación, un recorrido guiado por los diferentes espacios del piso principal y patio de la finca permite admirar en primera persona las claves de la arquitectura y decoración de la época. Las visitas, a cargo de Cases Singulars, se realizarán todos los días (lunes a viernes), en cuatro turnos de un máximo de 25 personas.

Lo que hace insólita y atractiva esta visita es precisamente el poder recorrer las estancias y admirar el trabajo coral de maestros y artesanos, que consolidó la gran riqueza interior de la casa. De entre los más de 40 artistas que participaron, cabe destacar los trabajos del escultor Eusebi Arnau; los mosaicistas Lluís Bru y Mario Maragliano; el decorador y ebanista Gaspar Homar o el pintor y vidriero Antoni Rigalt. De hecho, la Casa Lleó i Morera alberga uno de los conjuntos modernistas mejor conservados de la ciudad: vitrales, mosaicos, cerámica, escultura, madera, mármol, esgrafiado…

En este universo modernista todo rezuma un aire bucólico y nostálgico propio del modernismo de la mano de libélulas, limoneros, flores y domingos al aire libre imprimidos en las diferentes paredes, suelos y baldosas, a la vez que este espacio sienta muy bien las bases de la época en la que se hizo, con cuatro esculturas que sujetan un teléfono, un gramófono, una cámara y cables de electricidad, símbolo de la Barcelona de la exposición universal de 1888.

Las estancias del piso principal conservan los mosaicos romanos de Mario Maragaliano y Lluís Bru (no se puede entrar con tacones), algunas esculturas de Eusebi Arnau, los vitrales de Antoni Rigalt (destacar la vidriera que es una alegoría del árbol de la vida) y artesonados de gran exquisitez, pero no el mobiliario. Las lámparas y los muebles originales creados por el ebanista Gaspar Homar forman parte de la colección permanente del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).

Entre otras obras de Lluís Domènech i Montaner, varias de ellas reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destacan también el Palau de la Música Catalana, el Castillo de los Tres Dragones y la Casa Fuster.

En 2006, el Grupo Núñez i Navarro adquirió la Casa Lleó i Morera e inició el proyecto de rehabilitación y recuperación arquitectónica, con la voluntad de contribuir a preservar el patrimonio de Barcelona. En sus más de 60 años de historia, el Grupo Núñez i Navarro ha hecho frente a menudo a importantes retos para rehabilitar edificios, recuperar partes catalogadas y adecuar las zonas de nueva construcción al estilo original, como el hotel H1898 y La Rotonda, entre otras.

El encanto de la fachada se mantiene, a pesar de la amputación que sufrió en sus adornos y en la planta baja en 1943, cuando Raimon Duran i Reynals la acondicionó para la tienda Loewe. En 1988 los arquitectos Óscar Tusquets y Carles Díaz emprendieron una reforma y restituyeron los pináculos y el templete de la cornisa, maltrecho por el fuego de ametralladoras durante la guerra civil.

En 1992 también se repusieron los leones y las flores de morera originales que decoraban la entrada, alusivas a los apellidos de los antiguos propietarios. Lo que no se ha recuperado son las esculturas de las musas. En 1943 se rompieron todas, solo se conservan dos deterioradas cabezas en el jardín del Teatro-Museo Dalí de Figueres. La leyenda dice que las salvó el portero de la finca que optó por vendérselas a Dalí.

La historia de la casa se remonta al año 1902 cuando Francesca Morera encargó a Domènech i Montaner la reforma integral de un edificio construido en 1864 legado por su tío Antoni Morera, comerciante de ultramar que falleció viudo y sin descendencia. Francesca no pudo ver la obra terminada. Murió en 1904, y fue su hijo, el médico Albert Lleó i Morera, quien supervisó el tramo final y dio nombre a la finca. Albert fue el director del laboratorio del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, obra también del célebre arquitecto. Su hijo Albert Lleó i Puiguriguer, estudió derecho, se ocupó de gestionar el patrimonio familiar y en 1943, vendió el edificio a la Sociedad Mercantil Bilbao.

El Paseo de Gracia ya tiene para poder visitar tres pilares del epicentro del modernismo.

Para poder comprar las entradas se debe visitar la página, además se pueden muchos datos interesantes www.casalleomorera.com

Montse Carreño, 16-Enero-2014

  • 16ENERO2014 Apertura al público de la Casa Lleó i Morera.
  • 16ENERO2014 Apertura al público de la Casa Lleó i Morera.
  • 16ENERO2014 Apertura al público de la Casa Lleó i Morera.
  • 16ENERO2014 Apertura al público de la Casa Lleó i Morera.
  • 16ENERO2014 Apertura al público de la Casa Lleó i Morera.
  • 16ENERO2014 Apertura al público de la Casa Lleó i Morera.
  • 16ENERO2014 Apertura al público de la Casa Lleó i Morera.
  • 16ENERO2014 Apertura al público de la Casa Lleó i Morera.
  • 16ENERO2014 Apertura al público de la Casa Lleó i Morera.