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Bicnic, un dos en uno

Bicnic, un dos en uno

Bicnic es un proyecto creado por el equipo del gastro-bar Betlem y el estudio de diseño Toormix. Dos equipos y dos procesos creativos diferentes que combinan a la vez gastronomía y diseño. En éste nuevo restaurante que está liderado por el chef Víctor Ferrer, aporta valor a la definición de la experiencia, del servicio, de la conceptualización, del food design y de la estrategia global de marca.

Betlem es un bar de tapas situado en el Ensanche barcelonés que une modernidad e historia trascendiendo el nombre original del local fundado en el año 1892. Toormix es un estudio de diseño creado en el año 2000 en Barcelona por Ferran Mitjans y Oriol Armengou, que utiliza el pensamiento creativo y el diseño para crear experiencias de marca innovadoras a través de soportes físicos, digitales o espaciales con un claro enfoque en las necesidades del usuario.

Pretenden que Bicnic sea una escapada con dos fórmulas: fast y slow y todo dependerá del cliente, en función del tiempo que disponga. A pesar de que hayan creado estas dos fórmulas desean que el rato que se esté comiendo, se pueda relajarse y desconectar un lugar sin ruidos, en una atmósfera que te extraiga y te acomode tanto para comer en plan rápido como para hacer una buena sobremesa.

Bicnic declina su oferta en formato, precio y tiempo, mediante dos cartas de conexiones internacionales y producto local. Entra, comparte, disfruta y desconecta de la ciudad en esta nueva propuesta de Barcelona, como si hubiese salido a hacer un picnic.

Un restaurante bicéfalo, un dos en uno. El nuevo espacio es un restaurante a dos velocidades: fast y slow, ambas nutridas por una misma cocina donde el chef Víctor Ferrer propone y dispone según velocidad y temporada. Parte del imaginario culinario colectivo para diseñar un recetario propio y combinar sabores más o menos conocidos, mezclando técnicas de preparación e ingredientes mediterráneos pero también exóticos, que abstraen y ayudan a descubrir y disfrutar de cada plato.

Con el recorrido, las luces, los materiales y los detalles de la decoración pretenden recrear un espacio que dé la imaginación de realizar un viaje desde la ciudad a un entorno natural. Un viaje que empieza en la barra fast de estética más informal y que simboliza un área de descanso, un pedazo de urbanidad antes de llegar al campo, al bosque mediterráneo, un entorno natural en el que se ubica metafóricamente la zona slow.

El espacio fast, está pensado para las personas que no disponen de demasiado tiempo, disponen de una oferta de raciones y platos de fácil consumo, que se puede maridar con algunas de las cervezas de tanque, barril o botella o si se prefiere con vinos por copa con más de diez referencias.

Algunos de sus exitosos platos que se preparan en la barra fast, son las costillas de cerdo hoisin con ensalada de apio nabo y coconesa que se deshace en el tenedor; los Rollitos “X-Nem” de cordero al estilo vietnamita y con vinagreta de mango; el sorprendente Fish & Chips de pescado de costa marinado, ostra del Delta del Ebro en tempura y chips vegetales, o el Súper Ravioli de jarrete de ternera sobre un caldo de shiitake que hará que el descanso se alargue unos minutos más. Y, por supuesto, la Patata brava con una salsa del Betlem, un clásico para picar. No podía faltar tampoco su versión de la Burger, una mezcla de carne de txuletón y carrillera en un pan de cerveza convierten a este plato en una vuelta más de tuerca a nivel gastronómico que sorprende por su sabrosidad y combinación. Y otros muchos platos que descubrir, como la pasta artesanal, las ensaladas, los bocadillos o los elaborados postres en divertidos y sorprendentes vasos.

Es cocina de producto y de ingredientes, que se cambiando según la temporada del año, apuestan por platos vegetarianos, por ejemplo, con una tosta de berenjena sobre pan de centeno. Toda la carta de fast está dispuesta para take away, para montar un Bicnic donde quieras, por si quieres parar en otra parte, pero comer comida de verdad, comer bien aunque tengas prisa.

La otra parte, es la zona slow, con una propuesta más experiencial y sosegada, en un espacio que recrea formal y metafóricamente un paisaje mediterráneo. Un entorno lleno de árboles y con vistas a dos de las montañas más características de Catalunya, que son El Pedraforca y Sant Llorenç de Munt son siluetas iluminadas, por una fina y tenue luz y mediante un cristal que se superpone como cuando miras al infinito. Materiales que recrean un exterior tanto a nivel de material como a través de los diversos elementos que en él conviven –como el mobiliario de exterior–, y que finalizan a pie de calle con un pequeño jardín de plantas naturales. Al inicio del slow se encuentra la mesa icónica de picnic, una mesa destinada a grupos y que preside una de las zonas más cálidas y originales del espacio.

Para los propietarios consideran que es un restaurante donde el complemento toma tanta importancia como el ingrediente principal. Son mesas cuadradas de madera al estilo camping, sin mantel pero con cubiertos y una vajilla cambiante, el chef junto a su equipo dan rienda suelta a su experiencia de fundamento clásico pero con toques de innovación, evolucionada y viajada.

Platos recomendados de su carta está la tabla de porchetta rellena de shiitake y asada al horno, servida con un bol de ensalada, mayonesa de miel con mostaza y la piel tostada y troceada; el Tiradito de lomo de atún de granja sostenible con leche de tigre, erizo de mar, boniato y crema de aguacate; el Steak Tartar de vaca y anguila servido sobre el tuétano del hueso horneado; la Carrillera de ternera braseada y servida con salsa de fricandó de boletus, salteado de setas y puré de tupinambo; la aleta de raya a la plancha con allioli de ajo negro sobre un suquet de pescado de roca, o el calamar relleno de buey de mar sobre un caldo denso de bacalao; los Huevos fritos ecológicos con burrata y erizo de mar, entre muchos otros. En esta zona también se podrá degustar los platos que se cruzan entre fast y slow como podría ser el super ravioli, los rollitos X-Nem, las ensaladas de Bacalao o la de pollo al estilo cesar.

Capítulo aparte son los postres, todos ellos comunes con los postres en vaso del fast pero aquí emplatados. Postres como la Nieve de Naranja con flor de azahar, granada “frizzante” y helado de spritz; el Cremoso de Chocolate negro con nata especiada, o el Limón Pelado, un sorbete de piel de limón con merengues de tomillo limonero y espolvoreado de flor de Sichuán. Un toque dulce con el que culminar la comida antes del café o las copas, en la que se incluye una carta de cocktails propios.

Construido sobre la idea del “picnic gastronómico”, Bicnic es una escapada de la ciudad, una salida a la naturaleza. Un viaje donde, rememorando la idea de un “picnic” en la montaña o en una parada en el camino, se comparte una comida acompañados de amigos o familiares. El proyecto arquitectónico respira esta idea y la desarrolla a través del interiorismo. El espacio se ha transformado en un recorrido de una carretera y que finalmente llega a una zona verde que simula un paisaje. Al entrar, esta la barra fast, todo de madera y donde existe una valla de autopista con su publicidad. A medida que se va avanzando, los materiales son más metálicos, es la zona intermedia que se considera la carretera, que da acceso a la cocina. Y al final, se encuentra el slow, donde el pavimento cambia y las formas son más irregulares, casi arbóreas, con sus siluetas de montañas y luces suspendidas que provocan claros y sombras.

Detalles que se encuentran en el restaurante, cómo el bosque más frondoso que se puede admirar en los baños o un gran cartel con la frase “Vive rápido pero come bien”, pura actitud en el fast y una fotografía de gran formato del reconocido fotógrafo catalán Txema Salvans en el slow donde se puede ver una pareja disfrutando de un picnic improvisado enfrente de una central de gas.

El local tiene forma de “u”, pero antes de salir y terminar este ‘viaje imaginario’ han creado un pequeño bosque con plantas y árboles típicos mediterráneos en el suelo.

Montse Carreño, Noviembre-2017

  • NOVIEMBRE2017 Bicnic, un picnic gastronómico en dos formatos.
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