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Café Crem patenta el método Mieludo

Café Crem patenta el método Mieludo

El método Mieludo es el café para tomar sin azúcar  ya que aporta matices y dulzura al grano de forma natural y artesanal.

Café Crem elabora sus cafés que van del vivero en los países de mayor tradición cafetalera, con trabajo y mimo artesanal, a pie de plantación y supervisando todas y cada una de las partes del proceso de producción hasta llegar a la taza. Sus cafés  destacan por la dulzura que les aporta el método Mieludo, un proceso creado, patentado y aplicado por la marca catalana que permite disfrutar de unos matices únicos que solo pueden apreciarse en las referencias de Café Crem.

El Café Mieludo implica un proceso artesanal de secado que consiste en dejar que los granos de café, una vez despulpados, se impregnen de su propia miel natural (denominado mucílago), una capa gelatinosa que se encuentra entre la pulpa y el pergamino del grano de café. La mayoría de productores eliminan esta sustancia con el fin de evitar fermentaciones indeseables,  en cambio, en Café Crem explota sus posibilidades haciéndola convivir con el grano para que penetre lentamente de forma capilar dentro del mismo, aportándole dulzura gracias a los azúcares que la componen.

Café Crem método Mieludo es artesanía, trazabilidad y estabilidad, unas características definitorias de la marca que son posibles al cuidado proceso de producción del café que se inicia en el vivero, donde se desinfecta la tierra y limpian y remojan los granos, luego se plantan en pequeñas superficies hasta que germinen, aproximadamente es entre 45 o 60 días, son trasplantados a un recipiente mayor, donde permanecerán nueve meses para luego pasar a la tierra, a las plantaciones de café donde se convertirán en cafetos productivos unos tres años después.

Con muchos  cuidados y realizados de manera manual, las plantas adultas florecen en primavera y sus frutos maduran al cabo de nueve mes, momento de la recolección. 

En cuanto a la cosecha se realiza con un proceso artesanal, fruto a fruto. Los recolectados se verifican con una tabla de defectos, un método rudimentario que garantiza la calidad de los frutos recolectados. A continuación entra el juego con la fermentación y las bacterias que dará como fruto el Café Mieludo.

Los granos se sumergen en agua durante 16 horas por lo que se activa su fermentación. Después pasan por una máquina despulpadora que separa la piel de la baya, haciendo posible que el mucílago siga en contacto con el grano en la fase del secado. Se deja secar durante 30 días a la sombra en camas africanas, donde se remueve manualmente cada treinta minutos,  y pasado este período se procede al secado al sol, que se dilata entre uno y dos días.

Después, los granos secos llegan a la factoría, se coge una muestra para hacer un control físico y organoléptico de cada lote, una cata que define sus características y calidad. Seguidamente el café pergamino es descascarillado, se realiza mediante métodos mecánicos, se clasifica por tamaño y densidad.  El proceso manual elimina los granos que puedan tener defectos .

Todos los trabajos que comportan las diferentes fases de producción son realizados por trabajadores/as locales o bien de países colindantes. En todos los casos, Café Crem adquiere un compromiso social que garantiza un contrato, vivienda, asistencia médica y educativa para los trabajadores y sus hijos.

Cabe destacar también el compromiso medioambiental y en pro de la recuperación de la tradición cafetera de Café Crem. En regiones como República Dominicana tuvo que luchar contra la roya, una plaga que en 2011 arrasó con los cafetos como lo hiciera la filoxera con la vid en Europa. En la actualidad, ha logrado controlar su incidencia y ha recuperado terrenos y plantaciones de café, dando así una nueva oportunidad a unas tierras que fueron líderes en la producción de café y que hoy todavía importan este producto para el consumo interno.

Cerca de 70 años de experiencia, se encuentran presentes en los países de mayor tradición cafetalera como República Dominicana, Nicaragua, India, Indonesia, Vietnam, Brasil y Colombia, países productores de café en los que tiene plantaciones que supervisa minuciosamente.

La importancia de garantizar una calidad estable y permanente en la taza del cliente atiende a cinco elementos, que a su vez conforman la filosofía de la marca: conocimiento y cuidados específicos de cada especie botánica (la Robusta y la Arábica son las principales); altitud de la plantación; factores climáticos como la pluviometría, temperaturas máximas o vientos; condiciones edafológicas del suelo como el relieve o la composición de la roca, que determinarán el ecosistema cafetero y las cualidades organolépticas del producto resultante; y hábitos culturales cafetaleros: cuándo se realiza la recolección, bajo qué condiciones, tipo de riego de la finca, número de cafetos por hectárea, insolación de la planta o tipo de recolección.

Café Crem es uno de los tostadores históricos de España. En 1050 inició su andadura en Barcelona y, desde entonces, nunca ha dejado de producir un café de gran calidad. En la actualidad pertenece al Grup de Distribució Costa Brava, con sede en Sils (Girona).

Montse Carreño, Marzo-2019