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Christian Escribà recopila sus trabajos en un libro

Christian Escribà recopila sus trabajos en un libro

Christian Escribà es un genio creativo, su pasión es su trabajo, pasar por delante de la pastelería Escribà es un placer para la vista, el olfato y el paladar y cómo es un hombre inquieto montó una pequeña cafetería-degustación para ir a merendar y contemplar sus creaciones.

En 1906 el panadero Mateu Serra y Josefina Gala abrieron un negocio familiar, el Forn Serra. Unos años después les ocurrió una anécdota, era Navidad y cedían su horno a los vecinos para que cocinaran el pavo. Una de sus clientas llevó una masa para elaborar un dulce típico, “el pa cremat”. La coca queda plana entonces el panadero le demostró que la culpa había sido de la masa, se entusiasmó y elaboró esa coca que salieron estupendas y se pudieron a la venta. Dicho motivo animó a los Serra a ampliar su oferta, contrataron a un pastelero y de ahí nació la pastelería. Éste pastelero era Antoni Escribà i Cases, con los años se casó con la hija de los propietarios, tuvieron cuatro hijos, Montserrat, Josefina, Joan y Antoni. En 1933 los Serra se jubilan y dejan el negocio en manos de Antoni Escribà y su hija Josefina. El hijo de estos sigue los pasos de sus padres y partiendo de la harina y el agua, elabora figuras comestibles, en lugar de esculpir bronce u otro material, él esculpió chocolate. Posteriormente se marchó a Paris, con el fin de conocer los secretos de los maestros pasteleros franceses. En 1961 se enamora y contrae matrimonio con la hija de su mentor. Tuvieron tres hijos, Christian, Joan y Jordi. Vuelven a Barcelona y en 1975 el establecimiento de la Gran vía lo restauran. Un año después llegó el primer premio que le entregó el Parlamento Europeo. Y empiezan a llegarle medallas de oro en distintos concursos de diferentes ciudades de todo el mundo. La prensa especializada lo califica de “genio”, llegando a exhibir su técnica en Japón y Suiza. Su culminación llegó en 1979 cuando La Caixa celebró su 75 aniversario, le encargaron una réplica de la central de la entidad de Via Laietana.

El 6 de septiembre del 2004 falleció en Girona, pero su primogénito ya había inaugurado en 1986 una pastelería en las Ramblas de les Flors, un precioso edificio del año 1820 y restaurado en 1902. Christian va preparando y en 2001 creó su primera mona. Al año siguiente se casó su gran amigo Ferran Adrià y él fue el encargado de hacerle el pastel nupcial. A partir de ese momento creó la colección “joyas de caréamelo” y sus famosos “Anillos sin compromiso”, de venta también en los almacenes Harrod’s. Actualmente existen 250 modelos de anillos, que se comercializan en una veintena de países. En el año 2011 recibe dos encargos muy importantes, la elaboración del último pastel del restaurante El Bulli, era una reproducción de 180cm de largo por 80cm de alto del perro bulldog, emblema del restaurante y, también un encargo de la familia Tous. Crearon una estructura lastrada plateada de 6m de altura con la forma del famoso osito. La base fue recubierta con 40.000 brochetas de bombones de trufa negra recubierta de un papel plateado especial. Cada brocheta representaba una sonrisa.

Christian Escribà ya forma parte de la cuarta generación, son 107 años de historia resumidos en un libro titulado “El arte de convertir la pastelería en ilusión “(RBA), con más de 200 páginas. Según confesó ha tardado siete años en “confitar” dicho libro.

En la presentación estuvo acompañado de sus grandes amigos Ferran Adrià, Loquillo y Xavier Agulló. Ellos han escrito los prólogos, Adrià lo ha titulado un creativo transversal y global; Agulló lo considero del Antonio renacentista al Christian del rock and rock y, Loquillo, el mago de los postres sorpresa.

Actualmente al frente de dos establecimiento referentes de la pastelería de la Ciudad Condal, ha sido reconocido como Mejor Pastelero de España por la Academia Española de Gastronomía, Miembro de la Academie Culinaire de France y Embajador para la primera firma mundial de chocolates Barry-Callebaut & Chocovic.

El mundo Escribà va mucho más allá de la creación de pasteles. El mundo Escribà es único, irrepetible, en continua transformación. El mundo Escribà es pura fantasía.

Un ejemplo claro, es la locura que ahora tiene en su cabeza, crear un parque temático, una feria, un show comestible en Singapur. Será un espacio de 6.000 metros cuadrados (aproximadamente es lo que ocupan los pabellones más grandes de la feria de Montjuic, en la Maria Bay de Singapur, donde esperan acoger entre 12.000 y 20.000 personas durante los días 27, 28 y 29 de junio del año que viene.

Montse Carreño, 22-Octubre-2013

  • 22OCTUBRE2013 Presentación del  libro de Christian Escribà “El arte de convertir la pastelería en ilusión”. Foto: Manel Martin.
  • 22OCTUBRE2013 Presentación del  libro de Christian Escribà “El arte de convertir la pastelería en ilusión”. Foto: Manel Martin.
  • 22OCTUBRE2013 Presentación del  libro de Christian Escribà “El arte de convertir la pastelería en ilusión”. Foto: Manel Martin.
  • 22OCTUBRE2013 Presentación del  libro de Christian Escribà “El arte de convertir la pastelería en ilusión”. Foto: Manel Martin.
  • 22OCTUBRE2013 Presentación del  libro de Christian Escribà “El arte de convertir la pastelería en ilusión”. Foto: Manel Martin.
  • 22OCTUBRE2013 Presentación del  libro de Christian Escribà “El arte de convertir la pastelería en ilusión”. Foto: Manel Martin.