El Hotel Claris tiene la cultura Maya en su museo

Apasionado por los hoteles, el arte y la cultura, Jordi Clos es el Presidente de Derby Hotels Collection, fundador del Museu Egipci de Barcelona y Presidente de la Fundació Arqueològica Clos, y Joaquim Clos, Director General de la colección. El sello y la identidad de la familia Clos están presentes en todos los rincones de sus hoteles y apartamentos.

El museo del Hotel Claris, 5*GL, de Derby Hotels Collection, enseñó un nueva exposición permanente ‘Los Mayas y el esplendor de América’, formada por más de cincuenta obras inéditas y una nutrida selección de las creaciones más representativas de las civilizaciones precolombinas, que formaran parte de la colección privada de la Fundación Arqueológica Clos, siendo revisadas al más mínimo detalle por su presidente, Jordi Clos.

Pero lo más curioso es que cualquier cliente que se hospeden en el hotel también verán las piezas arqueológicas, ya qué muchas de ellas están repartidas por las habitaciones. Por lo que convierte al hotel en una muestra que da a descubrir los orígenes de la civilización Maya, es como viajar a la cultura maya sin salir del hotel.

Se encuentran piezas de arte no sólo de la cultura Maya sino también de Chimú, Nayarit, Tairona, Quimbaya, Veracruz, Jalisco, todas ellas vivas juntas y se han logrado adquirir en subastas a precios bastante asequibles, por lo que Jordi Clos con su mujer decidieron hacer 40 años empezaran a adquirirlas, sin olvidar su gran pasión que son las egipcias y las africanas.

El trayecto empieza por los incensarios decorados con el rostro del dios de fuego, cuyo aroma formaba parte el alimento de los dioses, pasando por las hachas, utilizadas junto al yugo y las palmas en el tradicional juego de la pelota. Entre los objetos mayas figuran también diversas joyas fabricadas en jade, el color de las plantas y, especialmente, del maíz en crecimiento.

Una de las piezas más significativas de la exposición es una máscara olmeca, la más antigua de la colección, que corresponde al Periodo Preclásico Medio (300-600 A.C.). También se pueden contemplar distintos recipientes cerámicos mayas, que constituyen una de las producciones más logradas del mundo antiguo. Fueron utilizadas como vajilla de mesa, ajuar funerario o presentes diplomáticos. Llaman la atención sus elementos decorativos como los textos jeroglíficos, los motivos geométricos, los animales, los dioses y los seres humanos realizando una amplia gama de actividades, especialmente vinculadas a ceremonias religiosas o escenas de palacio.

El museo del Hotel Claris también acoge piezas de otras culturas precolombinas de Mesoamérica y el Área Central, representadas por obras teotihuacanas (una entrañable muñeca articulada), mexicas/aztecas (estatua en piedra volcánica de la diosa Chicomecóatl, “siete serpientes”), representaciones humanas en cerámica de las variadas culturas del Occidente de México (un personaje anciano, un jorobado o las figuras de chamán conocidas como “cornudos Zacatecas”) y las típicas estatuas de guerreros con cabezas-trofeo de los pueblos de Costa Rica, que vivieron el impacto que supuso la llegada de los españoles a América.

El área andina está representada en esta exposición a través de los estilizados recipientes cerámicos de la cultura nazca, una urna funeraria tlamalmeque, un incensario manteño o el chamán ataviado y provisto de los diferentes objetos utilizados durante sus actividades rituales.

La cerámica maya figura entre las producciones más logradas del mundo antiguo, desde el punto de vista técnico y estético. Estas piezas se utilizaban como vajilla de mesa, ajuar funerario o presentes diplomáticos.

Los elementos decorativos más destacados son los textos jeroglíficos, motivos geométricos, animales, dioses y seres humanos realizando diversas actividades, vinculadas básicamente a ceremonias religiosas o escenas de palacio.

Se exhibe una escultura que podría tratarse del dios del maíz. Es una obra de jade que se sitúa en el Periodo Preclásico Tardío (300 a.C.-200 d.C.).

Los objetos fabricados en jade se utilizaban como ofrendas votivas y funerarias y también como joyas. El jade y otras piedras de color verde fueron muy valoradas por los pueblos de Mesoamérica.

Montse Carreño, Septiembre-2016