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El primer hotel de lujo que abre en Barcelona este año es: InterContinental Barcelona

El primer hotel de lujo que abre en Barcelona este año es: InterContinental Barcelona

Quedan pocos días para la apertura de las puertas del exclusivo hotel, con un diseño cosmopolita e innovador creado por el estudio Brime Robbins.

Bajo el leitmotiv, de convertirse en un reinventor del turismo urbano de lujo a través de un diseño cosmopolita e innovador, a finales de este mes de septiembre abrirá el nuevo InterContinental Barcelona, en el corazón de Montjuic, siendo el primer nuevo cinco estrellas que abre en la ciudad Condal este año.

El reconocido estudio de diseño Brime Robbins, en asociación con la marca Intercontinental, han transformado completamente  el hotel para ofrecer una experiencia de lujo única de 5*a través de un diseño y un servicio contemporáneos, que combinan un conocimiento inigualable del saber hacer internacional con la cultura y las tradicionales locales y la pasión por la gastronomía. Todo ello con la intención de seguir llevando la hospitalidad de lujo, pensada para el viajero de alto standing, a cada rincón del planeta.

La inspiración para el diseño ha sido el mar que baña la costa de la ciudad, las calles, la arquitectura y el arte que desprende Barcelona, mezclando todo ello, han creado una paleta de colores, texturas y materiales para las habitaciones, restaurantes y zonas comunes del hotel. El estudio de diseño logra sintetizar la cultura local, los valores de la marca y el diseño revolucionario en una experiencia completa para el huésped y mantiene uno de sus pilares fundamentales de diseño: convertir lo global en local en el que será un destino perfecto para todo lo que la ciudad tiene que ofrecer.

Los elegantes interiores y el diseño de vanguardia se unen para ofrecer una experiencia de hospitalidad sin igual. Cada mueble, cada lámpara, incluso las alfombras y las obras de arte, son piezas únicas y hechas a medida. Utilizando sus conocimientos técnicos y su peculiar sensibilidad, Brime Robbins ha creado un diseño atemporal con momentos de sorpresa. Ejemplo de ello son los mosaicos en los suelos, con patrones vibrantes y líneas que recuerdan distintos elementos de la ciudad, y la utilización de muchos materiales nobles como maderas, mármoles o telas, para rediseñar todos los espacios jugando con distintas capas y texturas visuales que permiten conducir al huésped a través de la vida InterContinental, creando espacios acogedores e inspirados en los distintos barrios de Barcelona.

La recepción, está formada por cuatro mostradores individuales de madera, incorpora pequeñas luces que brillan en el techo para dar la bienvenida a los huéspedes. Junto con las distintas zonas comunes y salones, todas las estancias han sido pensadas y rediseñadas para convertirse en zonas útiles y con personalidad.

Al entrar en el vestíbulo, el hotel da la bienvenida a los huéspedes con una experiencia de check-in renovada. Lo que antes era una recepción más estándar es ahora un gran porche cubierto con elegantes consolas de madera, pequeñas luces y una galería de nichos de arte de color azul marino, para crear un ambiente acogedor desde el inicio. En el interior, se encuentran los cuatro mostrados individuales de madera.

El arte, se encuentra presente en cada rincón del hotel, convirtiéndose en otro hilo conductor por la ciudad a través de obras que representan, inequívocamente, elementos de Barcelona y que forman parte integral del diseño desde el principio. Las piezas de arte encajan en el rompecabezas del diseño interior y mejoran el espacio como una extensión de los suelos, las paredes o los techos. Un gran mapa de metal de la ciudad de 7 metros de altura envuelve la gran escalera y cerámicas catalanas posan en silueta como una pantalla de doble altura entre el restaurante y el café lounge. Además, como línea estratégica dentro de la política y la cultura de RSC del hotel, se ha contado con proveedores, fabricantes y diseñadores locales para los textiles, moquetas y alfombras, revestimientos, vidrios e iluminación para reforzar y transmitir a los huéspedes toda la esencia local, patrimonio cultural y sentido del lugar.

Para las 273 habitaciones han recurrido a tonos ocres y neutros, terracota, nogal, acabados naturales y líneas horizontales que recuerdan al Mediterráneo.  Desde los suelos hidráulicos de las cocinas catalanas hasta el “panot” de las aceras de las calles de Barcelona, todos los patrones de los suelos del hotel se han inspirado en la propia ciudad. La moqueta, con imágenes de adoquines y reflejos, y el azul de los sillones y sofás, invitan a los huéspedes a conectar con el mar, con el puerto y sentir la esencia de las calles de la ciudad de Barcelona, marcada por el modernismo y su cultura.

Su Suite Presidencial, de 180 metros cuadrados, así como sus 17 Junior Suites, son el exponente del lujo moderno y la vida InterContinental y crean espacios donde los huéspedes podrán relajarse, descansar, y disfrutar después de un largo día recorriendo las calles de Barcelona o dejándose mimar en las instalaciones del hotel.

Un hotel de estas características debe tener una buena experiencia gastronómica por lo que será audaz y temático. Las zonas de F&B reciben nombres catalanes como personajes de una película biográfica, y el estudio de diseño aprovecha su significado para el diseño.

Se encuentra una coctelería Gebre, que se traduce como "escarcha" en catalán, brilla un gigantesco expositor de botellas con paneles de cristal translúcido y metal pulido para representar la esencia de la tierra en su estado más frío. La iluminación especial se suspende como hermosos cubos de hielo tallados sobre las encimeras de mármol blanco, y los toques residenciales en cuero añaden lujo y comodidad. Los huéspedes podrán disfrutar de los clásicos de la coctelería, además de una carta de cócteles artesanos de autor, en este lugar de destino dentro del hotel, caracterizado por un ambiente único, creado a través de una paleta de colores que nos conecta con el mundo del cóctel y la decoración art decó del espacio.

En Arrel, que significa "raíces”, un gran y encantador biombo de madera envejecida con celosía entrelazada imita las raíces y envuelve a los comensales, mientras que una cinta de cristal serpentea por encima de sus cabezas en un espacio que está en consonancia con el pasado pero con una mirada fresca hacia el futuro. Esta propuesta gastronómica habla del arraigo a todo aquello que define desde un punto de vista gastronómico. Así, Arrel homenajea a la tierra y a todos los preciados productos que nos regala en cada una de las estaciones a través de su cocina abierta y su oferta de raciones para compartir.

Quirat, que en catalán significa "quilate", representa la pureza y la riqueza de los elementos que componen la tierra. Se trata de un comedor exclusivo que ofrece una interpretación de autor sobre la tierra y sus productos mediante una carta de platos que responde a las distintas temporadas y que ha sido ideada en exclusiva para el restaurante por Víctor Torres, el cocinero más joven de España en ganar una estrella Michelin. Un espacio diseñado teniendo en cuenta las piedras preciosas y las geometrías geológicas. Las paredes del comedor privado, de vidrio y metal con textura personalizada, son el telón de fondo octogonal de los suelos con incrustaciones y las lámparas de araña con forma de diamante, y el uso intensivo de materiales brillantes hace que los clientes se sientan como si hubieran entrado en una geoda de tamaño natural. 

Montse Carreño, Septiembre-2021