Gemma Mengual: "Este deporte me ha dado más de lo que nunca hubiera podido esperar"

Arropada por amigos, compañeras de equipo, sus padres, su marido y su hijo Nil, la nadadora de sincronizada, Gemma Mengual llegó al Museo Melcior Colet de Barcelona, muy emocionada pero segura de la decisión que iba a tomar. Abandona la competición con 34 años debido a motivos personales y a la pérdida de motivación, tras 26 años metida en la piscina. 

Hizo una parada maternal en 2009 donde sus prioridades cambiaron mucho, pero en octubre del año pasado decidió volver a los entrenamientos, consciente de la exigencia de su profesión y con su nueva situación vio que no le llenaba. Había días que se le hacía muy duro irse de su casa y dejar a su hijo y además sólo lo veía una hora al día. Cómo buena competidora ella se entregaba al 100%, entonces se dio cuenta de que todo era imposible.

Gemma entró en la sala bajo los acordes de la canción “Yesterday” y con su hijo Nil en brazos, fruto de su relación con su pareja, Enric Martín. Se sentó en la mesa, donde la acompañaron el Presidente de la Federación Catalana de Natación, Enric Bertrán, el Presidente de la Federación Española de Natación, Fernando Carpena,  y el Secretario General del Deporte, Ivan Tibau. Rodeada de autoridades y amigos fue desgranando los motivos que le han llevado a tomar la decisión de su retirada definitiva.

De su profesión guarda muy buenos momentos, pero si tuviera que quedarse con un determinado, sería con el de los Juegos Olímpicos de Pekín”.

“A este equipo todavía le queda mucho por hacer y demostrar. Perseverancia, riesgo, compañerismo, etc, han sido claves en una gran generación de nadadoras con Anna Tarrés, al frente, sin olvidar ayudantes, físios o médicos”, destacó de sus compañeras.

De su futuro comentó “No creo que me desvincule del mundo de la natación, pero todavía no hemos hablado. Me retiro ahora de un deporte que me ha hecho feliz y con el que he hecho feliz a otra gente, y me retiro ahora sin lesionarme. Este deporte me ha dado más de lo que nunca hubiera podido esperar”.

"El día clave fue la víspera de marcharme a la última competición. Entonces lo vi muy claro. Al despedirme de Enric y Nil tuve una sensación de insatisfacción. Algo en mí me decía que ya no me sentía tan llena como antes, ya no me sentía realizada y vi claro que no quería continuar", expuso Mengual como motivo de su adiós.

"Hoy es un día muy especial para mí. Cierro una etapa de mi vida, abro otra nueva y todo lo que haga a partir de ahora será con los mismos valores que he seguido dentro del agua: sacrificio, esfuerzo, perseverancia, compañerismo. Hemos reinventado este deporte y conseguido que llenase un espacio que era impensable hace años. Estoy contenta y emocionada porque hoy es inevitable que pase la película de mi carrera", añadió Mengual.

Es la nadadora más laureada del deporte español, con un extensísimo palmarés de 46 medallas (39 en grandes citas), entre las que destacan las 20 preseas mundialistas, los 4 oros en los Europeos de 2008 y las dos platas olímpicas en Pekín. Iniciada en la sincronizada a los ocho años por su prima en el barcelonés club Kallipolis, empezó a defender a la selección española en 1992, junto a su entrenadora Anna Tarrés, en categorías inferiores a los quince años.

Dos años después, en 1994, ya se proclamó subcampeona de Europa júnior. Explosiva, elegante, disciplinada, diseñadora de los trajes de baño del equipo nacional, fascinada por el mar y los tesoros que guarda, decidió estudiar Gemología, consiguiendo el título.

Con 23 años logró convertirse por primera vez en campeona de España, en solo y dúo. Su primer gran éxito internacional llegó en 2000, cuando se subió por primera vez al podio de un Europeo absoluto, con el subcampeonato en dúo y bronce en solo. Se puede decir que ése fue el momento de despegue de su carrera, ya que a partir de ahí su progresión fue imparable y meteórica, no fallando en ningún Europeo desde entonces, contagiando de este hambre de títulos a sus compañeras de equipo, lo que a la larga trajo los resultados esperados.

Gracias al esfuerzo y sacrificio realizado en el CAR de Sant Cugat del Vallés y a la obstinación de Anna Tarrés, que siempre la orientó, llegaron las primeras medallas mundialistas en 2003 en Barcelona, dos bronces (dúo y solo) y una plata (combo).

El equipo nacional ha ido siempre siguiendo la estela de su máxima estandarte y prueba de ello fueron las más que meritorias cuartas plazas en los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) que consiguió Gemma Mengual en dúo, junto a Paola Tirados, y equipo. Esta ascensión y, sobre todo, el quedarse a las puertas del podio, sirvió de aliciente a todo el grupo para preparar la siguiente cita olímpica y asaltar a las japonesas y estadounidenses, que siempre quedaban por delante.

En Australia 2007 se colgó nada menos que seis medallas (cuatro platas y dos bronces).

Los cuatro oros logrados en 2008 (solo, dúo, combo y equipo) la coronaron como la mejor nadadora de sincronizada de Europa, logrando un hito histórico, a la vez, se convirtió en la única nadadora en conseguir cuatro medallas de oro en unos Europeos y, lo más importante, conquistó el doble subcampeonato olímpico (dúo y equipo) junto a sus compañeras, en los Juegos Olímpicos de Pekín.

Un año más tarde, en el Mundial de Roma de 2009, el equipo español consiguió 6 platas y, por primera vez, un oro (combo) por ausencia del equipo ruso, Gemma Mengual decidió retirarse para ser madre y dejar paso a las nuevas promesas.

El 11 de noviembre de 2010, dio a luz a su hijo Nil y tras casi dos años de ausencia de las piscinas, regresó en octubre pasado, con la mente puesta en los Juegos Olímpicos de Londres, donde competiría en la modalidad de equipo.

Pero todo cambio, tras disputar el “World Trophy” en China, en diciembre pasado, la “sirena”, decidió poner punto y final a su magnifica carrera, sabiendo que le quedaba pendiente el oro en los Juegos Olímpicos en la modalidad de solo, pero sabedora de lo mucho que ha hecho por este deporte fuera de nuestras fronteras, liderar un equipo de leyenda y ser una de las deportistas femeninas más laureadas de todos los tiempos.

No fue una despedida triste, sino todo lo contario, estaba feliz y siempre con la sonrisa que la caracterizó en las competiciones. No sabe qué sentirá la próxima vez que se tire a una piscina, pero sí sabe que disfrutará porque su relación con el agua siempre ha sido muy estrecha. Como lo hará en los próximos Juegos de Londres, aunque sí cree que se le hará raro verlo desde fuera o desde casa y echará en falta la adrenalina de las competiciones, «pero cuando te cansa, te cansa», sentenció.

Montse Carreño, 15-Febrero-2012.