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Joan Roca: “El universo vegetal nos permite crear la cocina distinta que el cliente espera”

Joan Roca: “El universo vegetal nos permite crear la cocina distinta que el cliente espera”

El chef de El Celler de Can Roca y el biólogo que le nutre de flores, plantas y vegetales silvestres  y no silvestres relataron en Gastronomika Live los frutos de ocho años de Tierra Animada, “El proyecto que nos ha abierto un abanico increíble de materia prima para seguir jugando y hacer cosas nuevas”, explicó Roca.

La cuarta, y última semana de Gastronomika Live contó con la charla de Joan Roca y Evarist March, el científico y botánico que nutre El Celler de naturaleza, para que se puedan comer  con los platos que preparan. “El universo vegetal silvestre, y el de la huerta, pero visto de otra manera, utilizando partes de las plantas que no eran comunes, nos da mucho juego y nos permite hacer esa cocina distinta que la gente espera al venir a El Celler. Gracias a estos productos, tenemos un abanico increíble para seguir jugando y hacer cosas nuevas”, palabras de Joan Roca.

El chef ha apostado en los últimos años por enfatizar la presencia del paisaje en su cocina, conseguido en parte también gracias a la colaboración con March, “Tierra Animada ha dado mucha vitalidad a El Celler, enfatizando en temporalidad y en matices gracias al juego de las diferentes partes de las plantas y frutos, y gracias a las técnicas con las que las cocinamos o conservamos”. “Es una colaboración muy bonita –declaró el biólogo-, que nos ha permitido radiografiar la zona y trabajar con especies invasoras, no para erradicarlas totalmente pero sí al menos para ayudar en su lucha por el daño que producen a nuestra biodiversidad”.

Se registraron más de 9.000 entradas y prometieron publicar un libro, Roca sabe que “éste es un trabajo que no para ya que, con la globalización, un año encontramos plantas que el anterior no estaban o que han cambiado. Muchas veces, trabajamos en l+d una temporada, pero los resultados no se ven hasta el próximo periodo por su escasa temporalidad. March añadió: “La naturaleza no espera a los cocineros”.  Peculiaridades de un trabajo “que esperamos ahora se universalice” ya que “es apto tanto para la cocina tradicional como para la de vanguardia, como es el caso de El Celler”.

El chef enseñó con ejemplos estimulado por Benjamín Lana, presidente de la división de Gastronomía de Vocento y moderador de la charla, los frutos obtenidos con Tierra Animada, “proyecto que ha funcionado tan bien”, que ha creado un hermano, Ars Natura Líquida, con fermentados y brebajes. Utilizando las hierbas como ingrediente principal, como guarnición o para crear salsas, los resultados de Tierra Animada se muestran en los menús degustación recientes del restaurante. Como ingrediente principal aparecen en Toda la morera, con el fruto y la hoja de la morera encurtidos; Flor de yuca a la brasa con salsa beurre blanc de hueva, con la yuda encurtida y pasada por salmuera, “mucho más interesante”, o en la Sopa de cereza con sauco y los Espárragos con espuma de sauco, utilizando en ambos platos el fruto maduro de la adoxácea y su flor.

En guarnición, “para dar matices”, el trabajo con plantas y flores resalta en el Consomé de malta y viera, con clavel, hojas de hinojo, romero o tomillo, “plato que cambia cada semana en función de lo que encontramos”; en el Consomé de perrechino con matices vegetales gracias a los brotes de guisantes, cardo o diente de león pirenaico, o en la Ensalada naranja, un juego cromático con erizos, jugo de zanahoria, calabaza y flores de lantana. El chef  también utiliza las hierbas para generar salsas como en la Cigala Artemisa, con salsa de artemisa; en la Ortiga con ortiguilla, “un juego de palabras, juntando conceptos que maridan sobre todo en su salsa”, o en el Salmonete con Opuntia stricta (higo chumbo), “una representación del Cap de Creus utilizando de nuevo una especia invasora”.

El biólogo explicó que consigue platos usando todas las partes de la planta “Gracias a la variedad de terrenos de nuestro entorno, donde encontramos zonas con flor y otras donde ya están desarrolladas”. Es el caso del plato Pineda, con helado de miel de pino, hojas de pino deshidratas y hechas polvo, y crumble de algarroba, o la Ajada, otro juego, en este caso de ajos en homenaje a los agricultores de Las Pedroñeras (Cuenca), “con ajos trabajados de mil maneras y sus flores, que le dan el punto fresco”.

El chef del mejor restaurante del mundo en 2013 y 2015, enseñó su trabajo con los encurtidos, “en el que llevamos tres años estudiando cómo convertir esas plantas en elementos más interesantes solo cambiándoles la forma de conservar”. Lo ha hecho con el plato Encurtido de romesco de nuez. “En él está todo nuestro conocimiento acumulado en las formas de tratar los vegetales y el entorno salvaje. Es una base de romesco de nueces con jugo acidulado de distintas variedades de pimientos. Alrededor, nabo y lechuga de tallo; encima, variedades distintas y que van cambiando de flores (flor de col, pétalos de caléndula, caviar cítrico, frutos de malva…)”.

Roca y March finalizaron loando su región, el Mediterráneo -“aunque no seamos la tierra de especies sí somos la de los aromas, y por excelencia”-, y confirmando ese amor por la naturaleza mediante la erección de un huerto propio al lado de Mas Marroch. Eso sí, “sin perder el contacto con nuestros proveedores de confianza”. La proximidad acentuada de un Celler de Can Roca.

Montse Carreño, 25-Mayo-2020