L’Air du Temps by Olivia Putman
Heredera del estilo Putman y de un toque de elegancia parisina, Olivia Putman rediseña el frasco emblemático de L’Air du Temps, para dar lugar así a una edición limitada. Encuentro con el perfume icónico de la Maison Nina Ricci.
El frasco de dos palomas de L’Air du Temps surgió en 1951 de una idea genial y de la profunda amistad entre Robert Ricci y Marc Lalique. Es unaobra maestra de la esteética y de una belleza inimitable, por lo que fue elegida Frasco del Siglo en el año 2000.
El auge de sus volutas recuerda a los rayos primaverales y a la plenitud de la felicidad. Sus curvas femeninas y armoniosas, coronadas por dos palomas que aletean, evocan un alegre remolino. El frasco de L’Air du Temps es un objeto único, precioso y familiar. Una escultura narrativa, expresión de la pureza y de la libertad que han presidido su creación.
Creado en 1948, L’Air du Temps constituye un manifiesto a la alegría recobrada, a la paz y a la libertad victoriosa, a una vida que fluye y rediseña el futuro.
En el ímpetu de la posguerra, este perfume solar, aéreo y vibrante se opone a las fragancias seductoras y embriagadoras de entonces.
Alquimia novedosa y audaz de sustancias naturales y de productos sintéticos, se inscribe desde los primeros instantes de su existencia, entre tradición y vanguardia, en una creación decididamente libre.
Desde su creación, L’Air du Temps fue un perfume para musas, para ello abrió sus puertas a los artistas. Joan Rebull, Andy Warhol, David Hamilton… Olivia Putman. Pintores, ilustradores, diseñadores, fotógrafos, son numerosos los artistas que L’Air du Temps ha invitado, conmovido e inspirado. Encuentros que forman la identidad y el alma del perfume.
En la posguerra, L’Air du Temps eligió su nombre deliberadamente, con la intención de captar el espíritu de su época, anticipando la llegada de fragancias florales y ligeras, y la instauración de una nueva feminidad.
Este nombre, expresión habitual en francés, evoca el aire que respiramos, el estado de ánimo del momento y la modernidad, sella su destino. 65 años después, en colaboración con un nuevo encuentro, L’Air du Temps desafía al tiempo, más allá de modas y épocas.
Seducir sin estridencias, revelar sin disfraces y exaltar la feminidad, una feminidad eternamente joven, de encanto natural, asumida y libre de sus aspiraciones.
Creada para las jóvenes de posguerra, L’Air du Temps se inspira en la gracia irresistible y en el encanto único de esos momentos en que el alma aún romántica despierta a la sensualidad.
Un perfume puro y luminoso que atrapa el atractivo seductor y fascinante de la feminidad, conservado en un frasco de volutas sensuales y curvas exquisitas.
Es una edición limitada, que se podrá comprar en las perfumerías a partir del mes de abril.
Montse Carreño, Marzo-2013
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