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L’Air du Temps, edición exclusiva 2017

L’Air du Temps, edición exclusiva 2017

Para Robert Ricci, “un perfume es una obra de arte’. En 1948 volviendo la paz a Europa encierra la luminosa fragancia que había terminado en un frasco de cristal con la firma de Lalique, naciendo L’Air du Temps.

El primer floral especiado de la historia de la alta perfumería encarna el aire que respiramos, la felicidad de vivir cada instante y el amor por la vida. Es la belleza despreocupada de las flores, que eclosionan en cada uno de los perfumes de la Maison, la luz del sol que Nina Ricci transforma en un amarillo radiante. Es la belleza eterna. La libertad.

Para esta edición exclusiva, L’Air du Temps interpreta un paso a dos con la Maison Lemarié, colocando sobre las alas de las palomas de cristal una miríada de delicadas flores de satén y de pongé de seda en tonos amarillos pálidos, blancos y rosas. Celebración del jardín floral de Madame Ricci, un tributo de alta costura al buqué de clavel, jazmín, rosa y gardenia de la emblemática fragancia, L’Air du Temps Couture Florale inunda el aire con su influjo.

El cristal y la seda revelan el control, la precisión y las proezas técnicas del cristalero Lalique y del artista floral Lemarié. El primero gracias a la voluta de cristal con la pareja de palomas que conjuga transparencia y matidez; el segundo con las miniaturas de joyas de seda minuciosamente talladas a mano y después colocadas una a una, recreando la belleza efímera de un ramo de flores improvisado.

Este frasco se presenta en un estuche blanco de madera lacada y realzado con un cordón dorado, evocando el hilo de oro que sella cada uno de los frascos de la Edición Exclusiva L’Air du Temps Couture Florale.

La Maison Lalique, fundada en 1888, propone colecciones de joyería que asocian el esmalte, el vidrio, las piedras y los metales preciosos antes de crear en 1921 una fábrica de vidrio. Asociada a los grandes nombres de la alta costura, así como de la arquitectura de interiores, Lalique realiza a partir de entonces joyas, frascos de perfume y objetos decorativos. De la amistad entre Robert Ricci y Marc Lalique nace en 1946 la idea de un frasco de cristal. Soplado a boca, el cristal incandescente se afina en un molde antes de tomar su forma definitiva; a continuación, cada pieza se trabaja a mano durante los procesos de tallado, grabado, pulido o esmerilado para lograr el aspecto mate, brillante, transparente y satinado del célebre frasco con dos palomas.

La Maison Lemarié, dedicada al arte floral desde 1896 realiza tocados, tiaras, coronas y adornos florales para los grandes nombres de la alta costura, la ópera, el teatro o el cine. Las manos de los «floristas» se encargan de recortar, arreglar, labrar, gofrar, troquelar y modelar la seda, el satén, el terciopelo, la organza o el encaje para convertirlos en vaporosos pétalos y delicadas hojas. Reflejando un rico patrimonio compuesto por una multitud de modelos de pétalos, flores y hojas, estos artistas ponen en práctica un saber hacer único, transmitido de generación en generación, que les permite interpretar la flora en su infinita diversidad.

Montse Carreño, Octubre-2017

  • OCTUBRE2017 L’Air du Temps, edición exclusiva 2017.
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