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La nueva aventura de Tomás Abellán es un proyecto conceptual: Restaurante Savia

La nueva aventura de Tomás Abellán es un proyecto conceptual: Restaurante Savia

Tomás Abellán, imparable en su carrera ascendente de propuestas culinarias novedosas, pone en marcha su proyecto más conceptual. Savia nace con el afán de ser rigurosamente fiel a la máxima del respeto por las cosas del comer y del respeto por las cosas de bien hacer.

Está harto de digestiones difíciles en lugares donde se mezclan elementos antagónicos, por eso, Tomás, propietario y director creativo del Grupo Alegría, ha desarrollado este espacio queriendo cuidar al máximo no solo el estómago del cliente sino también el particular mundo que le rodea durante su experiencia. Un estímulo para la conciencia y el saber comer.

Absolutamente todo el producto utilizado es trazable, es decir, que se conoce exactamente el origen tanto de la comida y el vino como de la pintura de paredes, de los uniformes de cocina, de la azada del labrador o de los materiales de construcción. En Savia un 90% de todo lo que lo conforma aguantaría una prueba de trazabilidad y es debido a que su propietario es conocedor de que la sostenibilidad absoluta es imposible. El producto de cocina es por supuesto ecológico: el horticultor es su amigo, los animales conocidos propiamente en sus granjas y del pescador conoce hasta la red de pesca.

Tiene claro que es radical el amor a lo natural y al respecto al medio ambiente; por ello cumplen a rajatabla los mandamientos de no permitir entrar en el restaurante sulfitos, edulcorantes, plásticos, marcas comerciales o productos procesados de los que no se conozca el origen.

Sus objetivos para sus clientes son la naturalidad, la suavidad y el bienestar, así propone ideas centradas en mimar al paladar y al organismo, física y mentalmente. Sus propuestas son en sí reveladoras: Ensalada de tomate de frutos secos, Albaricoque encurtido en casa y pimiento escalivado, Ajoblanco con higos de temporada y aceituna Kalamata, Cremoso de chocolate con pimienta rosa, Helado de remolacha, Hoja de capuchina con brandada de bacalao y ajo negro.

La dedicación del restaurante al vino es total. La carta ha sido creada por Ximena Arce que sigue con el propósito de sostenibilidad y respeto. Han realizado una selección de vinos naturales muy escogidos, catalanes, nacionales y extranjeros cuyas bodegas son conocidas por ellos. El servicio de los tres atentos summillers y una cuidada cristalería hacen el resto.

La decoración se ha hecho a mano con materiales reciclados, objetos recuperados, tela y pinturas sostenibles y un gusto por lo cozzy construyen un espacio que pretende ser confortable y envolvente donde divertirse en una atmósfera que convenza y por tanto, hago regresar en otra ocasión.

Su andanza es corta pero tienen el objetivo de mejorar día a día para acercarse al máximo al precepto de “cero residuos” con la tenacidad de un investigador y con la sostenibilidad como propósito inalterable. Una lucha que pretende situar al restaurante como referente mundial en su posición y poner en valor el precepto al que Tomás Abellán es concienzudamente leal: Amor por el producto, amor por el origen y amor por el servicio.

Además, teniendo presente el equilibrio entre elegante y excitante para balancear con precisión los sabores alcanzando la sensación de lo sabroso.

El restaurante se ubica en el número 211 de la calle Casanova y trabajan de lunes a sábado.

Montse Carreño, Noviembre-2021