Les gourmandises de Nina & Luna
El verano se transforma en delicias con Nina Ricci. Les Belles de Nina, hermanas del alma, desde el momento en que se vieron por primera vez, son la encarnación de la amistad. Heroínas contemporáneas, muestran su complicidad en un torbellino colorido y lleno de dulzura. Tienen dos pasiones: su BFF y el dulce, y es que… ¿por qué tendrían que elegir? Con ambas, deliciosamente golosas, no hay lugar a decir “mi corazón se debate entre mis dos pasiones”. Todo tiene el color de sus sabrosos sueños, que se convierten así en reales. Nina, my sweet BFF. Luna, my sweet BFF.
Les gourmandises de Nina: una delicia refrescante. Es una Eau de Toilette floral afrutado, creado por Olivier Cresp como una pura delicia exótica. La evocación de un cóctel delicadamente refrescante. Su estallido ofrece una ola de frescura colorida y chispeante gracias a la esencia de naranja brasileña y el acorde de limonada.
El corazón late al ritmo de una combinación exquisita de Maracuyá y leche de coco, puro hedonismo bajo los trópicos. La gardenia fija sensualmente la feminidad sedosa mientras que el acorde de caramelo envuelve este néctar que invita al placer de los sentidos.
Les gourmandises de Luna: una golosina chispeante es una Eau de Toilette oriental avainillado y afrutado, ideado por Marie Salamagne y Christophe Raynaud como una pura delicia helada.
El primer impulso es refrescante, las jugosas perlas del granizado de pera se mezclan con la crema de pomelo para una frescura singular. En contacto con la nuez de coco, la suavidad se instala y los pétalos blancos de peonía se vuelven lácteos y fundentes. Como un coulis, el sándalo y el caramelo se unen para dar lugar a un jugo terriblemente adictivo.
Dos manzanas emblemáticas e icónicas que van irremediablemente a la par. Les gourmandises de Nina se viste con un degradado de rosa fundente mientras que Les gourmandises de Luna se atreve con el azur. ¡Las morderíamos con sus deliciosos toppings! Dos frascos de edición limitada en una paleta acidulada, fresca como una mañana primaveral, chispeante como una noche de verano.
La historia de Nina y Luna viene de Frida Gustavsson y Jac Jagaciak. Nada más conocerse, surgió una gran complicidad. En un tren abarrotado rumbo a Tokio, fue tras un shooting en Japón, compartieron una caja de dulces que, saboreándolo, ignoraban entonces que crecerían juntas; que compartirían momentos juntas en Instagram; que unirían su nombre como Frigaciak; que serían Nina y Luna, gracias la invitación de Nina Ricci, siempre rompiendo a reír al unísono con la alegría de su búsqueda constante de la feminidad.
Para dar color a Les Belles de Nina han pensado en la artista brasileña Ana Strumpf que ha hecho maravillas con sus diseños brillantes, resplandecientes y encantadores.
Desde siempre, esta ilustradora, arquitecta de interiores que soñaba con ser pintora, practica concienzudamente el dibujo a mano alzada en las portadas de las revistas femeninas. Una disciplina en la que destaca y que la define, trazo a trazo. También adora los lunares, cosa que no oculta. Es su manera de transformar la realidad, un trazo de lápiz, más colorido, más alegre, más lleno de vida, infinitamente maximalista, un poco pop art y muy fun art.
Estas dos fragancias de Nina Ricci son tentadoras para morderlas, perfumarte con ellas, jugar a que olor se mezcla mejor con la piel y al ser una edición limitada se convierten en joyas muy preciadas para los coleccionistas.
Montse Carreño, Abril-2017
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