Montblanc rinde homenaje a Pablo Picasso
Pablo Picasso nació en Málaga en 1881. Pintor y escultor, fue el creador, junto con Georges Braque y Juan Gris, del movimiento cubista.
Empezó a pintar a la temprana edad de siete años, terminando tan sólo dos años más tarde, su primera pintura al óleo “Picador”; fue el inicio de una carrera artística sin igual que empezó en las clases de pintura de su padre.
En 1891, la familia abandonó Málaga, pero no es hasta septiembre de 1895 cuando se instala con su familia en Barcelona. Los Ruiz-Picasso fijaron en ella su residencia. El joven artista vivirá en esta ciudad de manera intermitente hasta 1904, cuando se traslada definitivamente a París.
El joven aprendiz de artista se matricula en la Escuela de Bellas Artes de la Llotja de Barcelona, donde consolida los estudios académicos iniciados en La Coruña, ciudad en la que había vivido con su familia desde 1890 hasta el verano de 1895. Tras un periodo de ausencia, pasado entre Madrid y Horta de Sant Joan, y que abarca desde septiembre de 1897 hasta enero de 1899, regresa, renovado, a Barcelona. La ciudad despuntaba del resto de las ciudades españolas. Era un lugar lleno de oportunidades y un centro de ideas avanzadas. El joven, ávido de nuevas experiencias, se integra muy pronto en los círculos culturales y artísticos de vanguardia y empieza a frecuentar la taberna Els Quatre Gats, centro neurálgico del momento. La integración de Picasso en estos círculos le abre las puertas de la modernidad.
En octubre de 1900 visitó París con su amigo Carlos Casagemas y se instaló en el estudio de Isidre Nonell, cuya obra junto con la de Toulouse-Lautrec le influyó en gran medida.
De 1901 a 1906, Picasso logró, con su período azul y rosa, lo que ningún otro pintor había logrado antes. Esto es, unió los logros del Modernismo con las imágenes del Simbolismo en una fórmula tangible. Tan sólo un año más tarde, su trabajo culminó en una revolución de la historia del arte con la obra “Les Demoiselles d’Avignon” (1907), que con sus formas geométricas confería una estética completamente nueva e impresionante; había nacido el cubismo y Picasso se convertía en el precursor de los modernistas.
Hasta su muerte en 1973 en Mougins (Francia), el genio del siglo XX produjo más de 50.000 obras que van desde dibujos a cerámica, poesía, escultura y pintura. Entre ellas, la paloma de la paz y su obra más famosa: “Guernica”, que escenifica la destrucción de la ciudad del mismo nombre en la guerra civil española. Fue presentada por primera vez en la Feria Internacional de París, en 1937, donde fue celebrada por todo lo alto. Incluso hoy en día seguimos impresionados con el lenguaje único de las formas que permanecerá para siempre, al igual que su legendario creador Pablo Picasso.
Surrealista, impulsivo, deslumbrante, espontáneo y con una plasticidad absolutamente extraordinaria, Pablo Picasso escribía de manera tan polifacética como pintaba. Con una pasión incontenible creó, entre 1935 y 1959, un legado literario de valor único. Contradictorio a cualquier tipo de clasificación y sin preocuparse por las reglas gramaticales, este artista excepcional creó, además de tres obras de teatro, 300 poemas que surgieron en forma de diario y que van desde la prosa sencilla a breves relatos expresionistas.
Al igual que el pintor Picasso, la temática artística del poeta Picasso también estaba íntimamente relacionada con España. Usando la corrida de toros, la cocina regional o los horrores de la guerra civil española, plasmó en papel ideas experimentales que muchas veces fusionaban los elementos creativos y del lenguaje. De esta forma se expresaba el juego de Picasso con los colores y las formas, como un deseo de obtener combinaciones del lenguaje en las que él se entregaba a las palabras y frases, y volvía a escribirlas en una secuencia diferente. Las palabras de sus poemas largos, a menudo escritos sin interrupción, chocan entre sí como los objetos de su pintura. Según el tipo de los conjuntos plásticos, creaba mezclas heterogéneas con palabras, números o notas musicales y las reunía para conferirle al texto una dimensión visual y poética, haciendo de la lectura en voz alta una experiencia confusa. El impresionante legado literario al completo de Picasso vio la luz del día por primera vez en 1988 y llevó al lector a un viaje fascinante de los sentidos por una poesía única y de una increíble variedad, basada en algo muy especial: el amor de un pintor del siglo por la palabra escrita.
Por todo lo explicado anteriormente, este año la firma Montblanc ha decidido crear dos plumas a este magnifico pintor y desconocido escritor.
Montblanc crea piezas emblemáticas para rendir homenaje a ilustres personajes de la historia y la cultura. Las piezas dedicadas a nombres españoles son: en 2004 Salvador Dalí con una edición limitada a 100 unidades por el centenario de su nacimiento; en 2007 Joan Miró con una edición limitada a 76 piezas, fecha de la inauguración de su Fundación; en 2008 Cristóbal Colón, edición limitada a 92 unidades, año del descubrimiento de América; en 2010 Antoni Gaudí, edición limitada a 128 unidades en alusión a la colocación de la primera piedra de la Sagrada Familia hacía 128 años; y este año 2012 se presenta la edición Pablo Picasso.
En homenaje a Pablo Picasso, la firma dedica a este extraordinario pintor español dos ediciones especiales de estilográficas: la Artisan Edition Pablo Picasso Limited Edition 39, limitada a 39 piezas en todo el mundo, y la Artisan Edition Pablo Picasso Limited Edition 91, limitada a 91 piezas. Las dos tienen en común características del diseño: el hecho de ser conocido como el co-fundador del movimiento cubista y por la gran variedad de estilos plasmados en su obra; el diseño se inspira principalmente en los escritos de Picasso y en el dibujo “Portrait de jeune fille” de 1936; la silueta de las dos estilográficas se basa en la forma de un lápiz, para simbolizar la simplicidad del propio Picasso y el grabado del plumín está basado en el famoso dibujo del “Ojo”.
El capuchón esqueletizado de oro 750, con una apertura que permite ver el plumín de oro rodiado de 18K, luce, grabados en negro, comentarios y esbozos de Picasso sobre su obra “Portrait de jeune fille”. Esta famosa obra de arte decora la parte superior del capuchón con el rostro distintivo del retrato representado en el clip.
La forma del cuerpo en laca negra recuerda a los lápices con los que Picasso hizo una multitud de bocetos. El capuchón luce el emblema de Montblanc en madreperla. El origen español de Picasso se visualiza de forma magistral en el cono: la composición de rayas lacadas de color rojo entre anillos de oro 750 sólido.
Tan sólo 91 piezas en todo el mundo forman parte de esta edición limitada, en honor a los años que vivió el artista.
El diseño exclusivo de la pieza con su capuchón en oro 750, contiene, grabadas en negro, palabras sobre la obra “Portrait de jeune fille”, y el cuerpo en laca gris recuerda a un lápiz. La forma del clip refleja el retrato de la misma obra.
El plumín de oro rodiado de 18K es visible a través de la apertura en el capuchón y está decorado con el grabado del famoso sello de Picasso, el “Ojo”. El emblema de la firma, la estrella, situado en la parte superior del capuchón, es un diamante talla Montblanc.
Tan sólo 39 piezas en todo el mundo forman parte de esta edición limitada, en alusión a las 39 pinturas y dibujos de Sylvette David, su musa.
Pero quien amadrinó la presentación mundial fue su gran amiga Lucía Bosé, que vino expresamente de Brieva (Segovia), un pueblecito de 50 habitantes donde vive encantada en un pajar convertido en casa. Se encontraba tan a gusto, que empezó a explicar anécdotas de su vida y con los 81 años que tiene pero que no aparenta, con su juvenil cabello azul y su acento italiano, se le pasaron las horas sin darse cuenta.
Sobre la pluma comentó que era muy erótica y que le encantaba. Su hija Lucía Dominguín quiso estar al lado de su madre, para contemplar la pluma, que ha tardado cuatro años y medie en ver la luz tras ser aprobada por la familia Picasso.
“Me he gastado todo mi dinero, por que nadie me ha ayudado, he realizado un sueño y estoy encantada, allí está todavía viva y si mañana me toca la lotería lo reabro”, se refería a un museo que lo creó con todo su cariño. También, comentó que por motivos estrictamente económicos, tuvieron que cerrar el pasado mes de abril, el hotel de lujo que pusieron en marcha sus hijos, Lucía y Miguel, en la Dehesa Extremeña hace 15 años.
Momento difíciles que intentan llevar mejor apoyándose unos a otros, todos tienen su vida independiente pero los Bosé se reúnen siempre que pueden, ahora más, con tanto niños en casa. Sobre sus nietos, dijo que estaban guapísimos y divinos. Y de los hijos de Miguel comentó: “Está tan bien organizado que tiene tiempo para todo, para su arte y para sus niños”. Esta encantada con sus nietos, Tadeo y Diego, que el pasado mes de marzo cumplieron su primer año de vida, su padre le dedica todo el tiempo que puede a sus pequeños, un papel que a la abuela le ha sorprendido bastantes “Es maravilloso, no me imaginaba que fuera así, es muy amoroso, es tierno, es divino, ha cambiado completamente. Los levanta, los acuesta, les hace la comida él, cambia pañales”, pero Lucía Bosé reconoce que no ejerce de abuela.
Montse Carreño, 19-Junio-2012
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