Open de Australia 2017, con final agri-dulce

La final del Gran Slam enfrentó a dos amigos, pero cómo ya es sabido sólo podía levantar el trofeo uno de ellos, los dos lucharon hasta la extenuación, y al final el suizo fue el afortunado. Rafa Nadal y Roger Federer no se veían desde que estuvieron juntos en la inauguración de la Nadal Acadamy by Movistar en Manacor, en el mes de octubre, no jugaron, se dedicaron a charlar amistosamente, pero tres meses después se vieron las caras en la pista de tenis de Australia luchando por conseguir el preciado trofeo al igual que ocurrió en el 2009, en esta ocasión el triunfo fue para el mallorquín.

En semifinales Nadal estuvo cerca de cinco horas menos dos minutos, para ganar al búlgaro Dimitrov, en la posterior rueda de prensa declaró “Ha sido un partidazo y tanto él como yo hemos jugado a un nivel muy alto”. Ya sabía que su rival en la final era Federer por lo que declaró “Encontrarme con Federer otra vez en esta final es muy especial. Amamos este deporte, por eso a la edad que tenemos y después de lo que hemos conseguido volvemos a estar en una final como ésta”.

Federer lloró en el Rod Laver Arena, delante de 15.000 espectadores cuando el ojo de halcón dio por buena su pelota, y así lograba la victoria tras 3h.37min por 6-4, 3-6,6-1, 3-6 y 6-3. El de Basilea volvía a la competición después de la semifinal de Wimbledon de año pasado, se dedicó a cuidar su rodilla derecha, la que le había llevado en febrero a pasar por el quirófano. Y su vuelta no pudo ser más beneficiosa para él por ello lloró con el trofeo entre sus manos.

Hacía diez años que Federer no podía superar a Nadal en un partido al mejor de cinco sets, pero se planteo el salir con la mente cargada de positivismo y sabiendo que su contrincante había tenido un partido duro en semifinales. La derrota para Nadal le dejo sin su decimoquinto “grande”, que hubiera sido el segundo en las antípodas.

Roger Federer contestó con rotundidad en la sala de prensa que “El récord de los 18 títulos de Gran Slam, es lo menos importante ahora. Para mí lo relevante es mi regreso a las pistas de esta manera y en una final épica con Nadal. Conseguirlo en Australia, contra Nadal, a mi edad y después de cinco años sin ganar un Grand Slam…Eso es a lo que doy valor. El número en sí no importa, de verdad”.

Para Nadal, el llegar a la final, a pesar de no ganar el título, es una inyección de adrenalina y según declaró “si sigo así y sin lesiones, voy a ganar más”.

Montse Carreño, 29-Enero-2017