Shakira con su padre

La colombiana está en la recta final de su primer embarazo, será un niño, y aunque ya luce una abultada tripita no faltó a la presentación del libro de su padre William Mebarak, en España. La cantante llegó a la Casa del Libro, en la Rambla de Cataluña, de la mano de su novio, el futbolista del Barça Gerard Piqué. Con unos leggins negros y blusón de gasa negro, Shakira se sentó junto a su familia, su madre Nidia Ripoll y su hermano Tonino, y también con sus suegros Joan y Montserrat, con quienes mantiene una excelente relación y que no se perdieron la cita. Recordemos que el padre de Piqué, lanzó en noviembre “Dues vides” (Edicions 62), por lo que puede decir que este niño nacerá con dos libros debajo el brazo.

En un momento de la velada, Shakira se colocó detrás del atril para dedicar unas palabras a su padre, con el que, según explicó, mantiene una especial relación. De hecho ella ha escrito el prólogo del libro titulado “Al viento y al azar” (Planeta), en cuyas páginas Mebarak habla de vivencias de juventud y hace reflexiones con humor e ironía sobre el momento actual. “En Barranquilla, mi papá no es el padre de Shakira sino que soy yo la hija de William y es el mejor padre que la vida me ha podido regalar. Mi piedra angular, mi mejor amigo, no solo en mi carrera sino en mi vida” señaló.

Aseguró que al leer la obra, en la que su progenitor deja entrever su “alma de poeta y cuentista”, se sintió conquistada por “la rebeldía en alguno de sus textos, la anarquía de la estructura y, más aún, la honestidad brutal de las páginas”. Sobre su maternidad comentó que es uno de los temas sobre los que discute con su padre, porque él está preocupado por el mundo al que vendrá el bebé. “Pero como yo no puedo predecir si mi hijo vendrá con más ventajas o más cargas a este mundo y me encuentro en el umbral de la maternidad, espero que tenga el ejemplo de su abuelo, con el que tiene mucho que compartir. Porque mi padre es una persona que siempre ayuda a resolver los pequeños conflictos y por eso estoy muy orgullosa de él”.

Con estas palabras respondió a los halagos de Mebarak, que demostró lo orgulloso que está de su niña: “La vida de Shakira está llena de tropiezos que ha sabido sortear, y ahí está su capacidad de lucha y su gran tesón”.

Comentó la artista que “espera ser una buena madre” y que, aunque no sabe si su hijo tendrá más cargas que ventajas porque sus padres son famosos, pero sí tiene clara una cosa: “Solo sé que vamos a criar a nuestro niño con todo el amor del que somos capaces, y que tendrá el gran ejemplo de un abuelo que tiene mucho que contarle”.
Pocas veces tenemos ocasión de conocer algo acerca de los progenitores de las grandes estrellas. William Mebarak Chadid es el padre de Shakira, la cantante colombiana. La fe de Shakira hacia su padre es tal que decidió convertirse en editora del quinto libro de su padre.

Es una recopilación de recuerdos de juventud, artículos, poemas y pensamientos escritos a lo largo de su azarosa vida.

Un libro que evoca el pasado y al mismo tiempo invita a reflexionar sobre el momento presente, con sentido del humor e ironía, pero con el rigor propio de un periodista que sabe perfectamente lo que quiere decir y qué reflexión quiere plantear. Una obra que refleja íntegramente a su autor, William Mebarak Chadid, una persona que ha cultivado múltiples oficios, desde locutor de radio hasta joyero, pasando por comerciante, visitador médico, agente de seguros, profesor de literatura, periodista y escritor.

El título está tomado de un poema del poeta colombiano de principios del siglo XX, Porfirio Barba Jacob, “Canción de la vida profunda”, y es fiel reflejo de lo que encontramos en su contenido. El viento, que inspira la prosa fresca y natural de Wiliam Mebarak, y el azar, que sorprende gratamente al lector con la “deliciosa incongruencia” de sus temas, como afirma la misma Shakira en el prólogo.

“Al viento y al azar” son un conjunto de reflexiones de fácil lectura, bien construidas que giran en torno a vivencias y recuerdos del pasado y temas de actualidad que preocupan al autor, organizadas en varios bloques:

El primero, titulado Historias cortas, contiene siete relatos que el autor reunió a lo largo de sus años de escritor, en los que mezcla ficción y realidad. Como explica Shakira en el prólogo, “en Historias cortas no se sabe con certeza donde acaba la realidad y empieza la ficción, si es así de mágica la cotidianidad de la costa Caribe colombiana o si es la imaginación y la tendencia propia de los escritores a exagerarlo todo, lo que convierte a mi amada Colombia en una hipérbole constante”.

En Amores volátiles narra seis experiencias personales. Cada una de ellas se relaciona con un fugaz amor de adolescencia y juventud que aunque fue volátil, dejó su huella en el autor y cuyo recuerdo, William Mebarak reconstruye, mezclando ternura, nostalgia y humor. “En los Amores volátiles se aprecia holísticamente su calidad literaria, la audacia y delicadeza de su pluma en cuanto evoca a través de su capacidad descriptiva los momentos felices o confusos y a veces desafortunados de un joven costeño en el cenit de su adolescencia explorando las rutas laberínticas del amor carnal. El candor, la inocencia y las pinceladas costumbristas (...) nos dirige hacia una época quizás más bella y simple que la actual.” (SHAKIRA).

Le sigue una pequeña recopilación de poemas escritos en su juventud, reunidos bajo el sugerente título Versos que cometí.

Vienen después una serie de artículos que William Mebarak Chadid publicó en prensa, la mayoría publicados en el periódico El Heraldo de Barranquilla en el que trata de los temas más variados: crítica social y política; su amor por Colombia, su tierra de adopción; propuestas para mejorar el sistema político y de gobierno de Colombia; la independencia de Colombia de España; la Guerra de Irak y un sinfín de problemáticas relacionadas con temas de actualidad, tanto políticos como sociales, analizados y expuestos por el autor de una manera clara y sencilla.

Acaba con Pensamientos sueltos, en forma de aforismos, al más puro estilo de Emil Cioran.

Es un libro versátil y heterogéneo, que va de la prosa ligera y divertida sobre sus “amores volátiles” de juventud, a reflexiones sobres temas de política, medio ambiente y problemas de la sociedad actual. No hay un hilo conductor. Son historias cortas, como pensamientos perfectamente construidos del autor que Mebarak ofrece a sus lectores; pensamientos, análisis que comparte con el lector y que le invita a reflexionar.

Posee una gran calidad literaria y una capacidad descriptiva asombrosa para narrar y condesar en algunos párrafos vivencias personales, sentimientos, situaciones variadas y variopintas. Domina por igual el registro de la crónica social, la narración personal, la descripción de sentimientos, la poesía y los aforismos, dando cuenta así de su larga experiencia como escritor y periodista.

Pequeñas pinceladas costumbristas, historias cortas, frescas, amenas, de fácil lectura que tienen como función entretener al lector y, al mismo tiempo, hacerle reflexionar, todo narrado con un estilo elegante y sobrio.

El niño, tendrá padres famosos y abuelos escritores, la verdad es que no tendrá tiempo para aburrirse y además podrá elegir entre varios oficios.

Montse Carreño, 14-Enero-2013