En el Aquitania Teatre la comedia intergeneracional ‘Cat Falling’

‘Cat Falling’ (aka Katfollin), es una comedia intergeneracional que retrata con humor una curiosa relación basada en la tolerancia.

Rita tiene 25 años, ha terminado la carrera de antropóloga. Para poder vivir da clases de batería. También es la percusionista de un grupo de Punk Rock llamado ‘Cat Falling’ (pronunciado: que te follen). Lucha por abrirse camino en una sociedad inestable e injusta.

Ignacio tiene 70 años y pertenece a una generación instalada en el conformismo. Está jubilado y se ha apuntado para las clases con Rita. Hace ver que está interesado en aprender a tocar la batería, pero en realidad le importa un rábano.

¿Se puede ser amigo de alguien 45 años más mayor o más joven con quién no tienes, en principio, ninguna afinidad? Aunque parezca imposible, Ignacio y Rita construirán una gran amistad a partir de situaciones divertidas que harán reír al espectador un rato.

La comedia escrita por Gerard Florejachs, dirigida por el propio actor Ricard Borràs, que junto a Aina Borràs, su hija en la vida real, la música es de Roger Borràs y la productora es Liza Frediani de Botarga, una obra en la que todos son de la misma familia en la vida real.

En la entrevista Ricard Borràs confesó que era muy bonito trabajar por primera vez con su hija y además darle el relevo generacional en el escenario a su propia hija, pero quiso añadir que de momento ni hablar de jubilación.

Por parte de su madre, Aina es la sexta generación del mundo del circo, en su época eran muy conocidos por ser acróbatas y malabaristas, ella decidió que le gustaba más la interpretación y se marchó a Madrid a estudiar pero confesó que el mundo circense que ha vivido le ha aportado disciplina y rigor y eso es bueno para su trabajo.

Esta obra nació con dos ramas paralelas que se acaban juntando en el momento en el que estamos,  por una parte Gerard Florejachs escribió esta obra,  Paco Mir la descubrió y se la pasó a ellos y por otro lado la bacteria forma parte de un gaget interno y es que quería tocar la batería de joven pero el padre dijo “pero en casa no”. Al comunicarle ahora su padre que tenía que aprender a tocar la batería ella “Pa adelante” y me encantó.  El padre confiesa que él también tuvo que aprender pero con clases intensivas todos los días. Aina al gustarle de verdad empezó en septiembre del año pasado  aprendiendo a tocar el instrumento para poder defenderse, primero ella estuvo en Madrid y luego se vino a Barcelona para seguir perfeccionando.

“Esta obra quiere aportar ternura, ya que estamos viviendo unos momentos muy duros, es una comedia, además queremos que el espectador haga una reflexión  sobre algo que es muy habitual, que la gente vive mundos muy separados, nadie se interrelaciona y ¿qué pasaría si la gente hablara más?”, confiesa Ricard Borràs.

Aina Borràs confiesa “yo como persona joven, con un grado un poco elevado a la adicción del teléfono, yo me relaciono mediante el teléfono y me he dado cuenta que son relaciones frías, que tienen caducidad, nada es comparable con una persona que se junte y a la cara hablen de las cosas que importan en esta vida, que nos veamos, que nos toquemos, que nos podemos enriquecer de todo”.

“Yo revindico que el teatro tiene que ser el arte de la imaginación  y que todos seamos más libres a la hora de elegir las cosas y que hay una oferta más variable”, declara Ricard Borràs.

Los dos confiesan que ha sido muy interesante trabajar juntos, dejando de lado su relación familiar. Por parte de Aina desde pequeña ya quería actuar con su padre, y le contestaban “ya llegará” y por fin ha llegado ese momento del mano a mano sobre el escenario.

Montse Carreño, Septiembre-2023

Foto: Montse Carreño.