Mark Vanderloo y la tónica Premium Seagram´s reinventan el dandismo

Es el modelo más longevo, a sus 45 años todavía conserva la categoría de top. Mark Vanderloo estuvo en el Real Club de Polo de Barcelona, en un acto para presentar la Seagram’s Premium Tonic Water. Nadie mejor que él para encarnar una figura tan singular como la del nuevo dandy, que es capaz de combinar la tradición y elegancia clásica con lo contemporáneo. Para Mark un dandy “es alguien que no sigue la moda, la crea, que hace lo que quiere y busca su carácter en la vida, es un poco como yo”.

Esta tónica es como el perfecto dandy: singular, auténtica y elegante con un toque ecléctico que no deja indiferente a nadie.

El modelo holandés reconoció sentirse muy identificado con el espíritu del perfecto dandy. Definió su estilo como clásico pero con un toque de personalidad y originalidad.

Demostró ser capaz de provocar, de una manera silenciosa con mucha clase, mediante un juego de seducción basado en el misterio y la sugerencia.

El look escogido por Mark Vanderloo mostraba que él no sigue la moda, sino que la crea. Sólo él, sabe cómo combinar un look dandy con su singular sello de autenticidad, traje oscuro, camiseta básica desbocada y un flequillo desaliñado le daba el toque perfecto.

Se le preguntó por su exmujer, Esther Cañadas, que se iba a casar con un rico empresario indio, pero horas después se comunicó que habían decidido separarse de mutuo acuerdo. El exmodelo había comentado al respecto que se alegraba por ella, pero que desde hace tres años no han hablado mucho. Esther y Mark formaron la pareja de moda más explosivo del cambio de siglo. Se conocieron trabajando, se casaron en junio de 1999 y se divorciaron un año después, él tenía 30 años y Esther 21. Eran muy jóvenes y estaban constantemente viajando por trabajos y poco tiempo para estar juntos, estos motivos fueron los culpables de su ruptura.

Ahora el holandés está casado con exmodelo y actriz, Robine van der Meer con la que tiene dos hijos, Emma (9) y Mark (7) y vive apaciblemente en Ibiza. La primera vez que visitó la isla fue en 1993 de vacaciones. Reconoció que no tiene el tiempo suficiente para dedicarles a sus hijos, tal vez por ello no tiene intención de aumentar la familia, ya que tiene la parejita.

Tiene una sonrisa cautivadora y con el vaso de la tónica entre sus manos dijo “es tan buena que hasta me la aplicaría en mi pelo” (Sonrisas).

Le encanta envejecer y no le preocupa el paso del tiempo, Nunca imagino que pudiera dedicarse a la moda tanto tiempo, tenía pensaba dejarlo en 1996, pero como la madurez le sienta de maravilla y es lo que más le gusta, sigue en el mundo de la moda.

Montse Carreño, 27-Septiembre-2013