Un año de amor

Esta imagen dió la vuelta  al mundo, hace exactamente 365 días, el 29 de abril de 2011, se casaron el Príncipe Guillermo de Inglaterra con su eterna novia, Kate Middleton.

Todo el Reino Unido, se paralizó para poder ver este enlace tan esperado, el hijo mayor de la fallecida Lady Di, daba el sí quiero, después de ocho años de noviazgo.

Todo indicaba una gran celebración y una Fiesta Nacional en la Isla Británica, fue uno de los enlaces más caros que ha habido, con un coste de 38 mil millones de dólares, pero los novios demostraron su sencillez al no querer regalos sino que fueran donaciones a organizaciones benéficas.

La futura princesa llegó en Rolls Royce, con su padre, Michael, que la acompañó hasta el altar, el esperado vestido de novia era de Sarah Burton para la firma Alexander McQueen, de color marfil y blanco satinado, con escote corazón sobre el que lleva cuerpo de encaje con manga larga, la falda con apliques de encaje. El pelo suelto con un velo de tul y una tiara que perteneció a la Reina Madre, regalada por su marido el rey Jorge VI.

El príncipe apareció antes con su hermano Harry, Guillermo iba con uniforme rojo, correspondiente a Coronel de la Guardia Irlandesa, con una estrella de ocho puntas de la ilustrísima Orden de San Patricio. Previamente a la novia, llegó la reina Isabel y su esposo el príncipe Felipe.

Después de la ceremonia los recién casados se desplazaron desde la Abadía al Palacio de Buckingham en una carroza descubierta para saludar a la multitud y recibir sus felicitaciones, la misma que usaron Carlos y Diana, les siguieron otros cuatro carruajes con los familiares más allegados.

También la pareja se asomó al balcón para saludar al pueblo junto con su familia y presenciar un espectáculo aéreo, por insistencia de los ingleses, se dieron el beso de rigor, entre los aplausos de la multitud. Posteriormente hubo la comida y la pareja, convertidos en los duques de Cambridge, se dirigieron a Clarence House para descansar.

Montse Carreño, 28-Abril-2012