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90 Aniversario del Bar Velódromo

90 Aniversario del Bar Velódromo

Para celebrar una fecha tan importante para el local, se ha preparado un menú conmemorativo de este aniversario de la mano del chef Estrella Michelin Jordi Vilà que ha creado un menú haciendo un recorrido por los últimos 90 años de Barcelona en clave gastronómica.

El Velódromo abrió sus puertas en 1933 gracias a un joven y dinámico matrimonio, formado por Manuel Pastor y Pilar Boné, que decidieron abandonar su pueblo en Teruel viniendo a Barcelona para empezar una nueva vida. Empezaron a trabajar lo que mejor sabían hacer que era cocinar, abrieron una “casa de comidas” con el nombre de Casa Manolo, ofrecían una cocina sencilla, directa, abundante y sin pretensiones. Además cogió fama en la zona por la amabilidad de sus propietarios.

El señor Manolo hijo, como le llamaban los del barrio, eran muy servicial que incluso cogía su bicicleta para llevar el café a domicilio, debido a que muchos empresarios no consideraban adecuado ni ejemplar dejar el trabajo para ir a hacer “un carajillo”.

Manuel Pastor Boné, el hijo nacido en 1901, era un hombre con aires de aventura y un poco bohemio. Un día les dijo a sus padres que se había alistado en la marina así que dejaba el negocio. Navegó por todo el mundo, mientras su padres murió, momento en el que decidió regresar a casa, era el año 1921.

El negocio de sus padres funcionaba pero él pensó que era mejor independizarse y se quedó con un solar en Muntaner, 213. Con los años se fue convirtiendo el Pasaje con el que había esquina el lugar con empresas importantes en aquellos años y llegó el momento de plantearse hacer un negocio en su solar, por lo que contrató a un arquitecto para que le proyectará un edificio razonable, funcional y buen cómodo: dos pisos, uno a pie de calle y el primer piso para vivir él.

Al tener que ponerle un nombre, prescindió de Casa Manolo a pesar del prestigio que tenía en esos momentos y se inclinó por el sentimentalismo y originalidad, a él le gustaban las bicicletas y había habido un velódromo cerca, así que no pensó mucho y se decantó por nombrarlo: Velódromo.

El local se decoró con clase: colores cálidos y mucha madera, austero, elegante con una mezcla de clásico  y de art decó, que era evidente en el rotulo del local. Se convirtió en un punto de misterio y muy agradable, hospitalario y cómodo. Había sitio para todos, en el sentido que ofrecía rincones y lugares acogedores. Ya  se había convertido en un bar restaurante con calidad, un trato familiar y un lugar para todos. Incluso puso una mesa de billar que en esos momentos estaba en auge.

Manuel Pastor Boné se casó en 1935 con Maria Salvat Sagarra y en 1935 nació su hijo Manuel. Años después vino la guerra incivil que perturbó relativamente la dulce monotonía diaria del establecimiento, que se había ganado un buen público. La entrada de las tropas hizo que empezaran los problemas políticos, a pesar de que la gente sabía que él era apolítico, lo denunciaron tratándolo de rojo, le cerraron el local tres meses, estuvo en el calabozo. Pero la salvación le vino de un militar de alta graduación que nunca paso hambre gracias a la generosidad de Manuel y declaró a su favor. Se marchó a Sant Feliu de Codines para huir del peligro bélico y a su vuelto lo encontró todo distinto.

Un día le propusieron hacer una tarde de poker, se encontraron a gusto y repitieron. El local volvió a abrir sus puertas pero cambiando el estilo ya no servían las 24 horas del día, pero los vecinos iban a leer el periódico tomándose un café o agua durante horas. En esos momentos lo llevaba Manuel Pastor hijo pero no era lo que deseaba para trabajar, su padre falleció en 1980, momento que el bar cogió un auge de público inexplicable. En el verano de 2000 se jubiló cerrando el local por deseo propio pero tuvo la suerte de que Moritz le hizo una propuesta razonable, y decidió exhibir la sensibilidad exquisita para conservar este establecimiento histórico.

El menú está compuesto en unos platos que van desde 1933 a 2023, empezando por unas ostras y terminando con chocolate, entre medio croquetas, lasaña, cap i pota, arroz, brandada de bacallà, cada plató va por un periodo de diez años. Y por supuesto, no es obligatorio comerse este menú se pueden pedir platos sueltos.

Cómo regalo para el establecimiento cambiaron un poco el logo del Velódromo poniéndolo en una de sus ventanas y con una forma distinta, actualizándolo.

Montse Carreño, Diciembre-2023

Foto: Montse Carreño.